No respetar a los otros trae comportamientos que ningún padre quiere para sus hijos.

No respetarse atrae situaciones que ningún padre quiere para sus hijos.

 

¿Qué podemos hacer desde casa para que los niños aprendan a respetar a los otros y a respetarse a si mismos?

 

Trabaja contigo mism@

El ejemplo que des de respeto hacia los demás y hacia tí mismo será el espejo en el que se miren, por eso, empieza por aquí.

  • Respétate a ti mism@, como madre/padre, como ser humano. Respeta tus necesidades y pon límites.

 

  • Cambia la mentalidad del sacrificio y el castigo a ti mismo@, por la mentalidad del cariño, de la compasión y la amabilidad en el trato que te das.

 

  • Cuando metas la pata pide perdón y buscad soluciones conjuntas.

 

  • No juzgues a otras personas por pensar diferente a ti, por ser «raros», por no entender su forma de vivir o actuar. Porque no basta con que seamos respetuosos con nuestro hijo, es necesario serlo con todo el mundo, o el mensaje que recibirá será incoherente (respeto solo para algunos…)

 

  • Trata con cariño a animales y plantas. Sé cuidadoso (respetuoso) con las cosas.

 

  • Si tienes que ponerle límites a alguien hazlo con respeto.

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Empodera a tu hijo

  • Practica habilidades de comunicación con él/ella para que aprenda a expresar lo que siente y lo que piensa de una forma respetuosa, lo que le llevará a defender lo que cree justo de una manera coherente, firme y amable. «Estoy enfadado porque no me gusta que me insultes y me gustaría que dejases de hacerlo»

 

  • Valórale por quien es, no por sus logros. De este modo aprenderá a valorarse a sí mismo por ser quien es, lo que ayudará a que se incremente el respeto por sí mismo.

 

  • Anímale a volver a intentarlo cuando se equivoque o algo no le salga, porque contar con el apoyo de los que quiere le hará ganar en confianza personal, y eso contribuye a que se respete a sí mismo.

 

  • Entrénale en la toma de decisiones ofreciéndole elecciones y permite que sea todo lo autónomo que pueda ser, porque eso construirá también una base excelente para «empoderarle», y todo empoderamiento nos otorga confianza en nosotros y por tanto respeto.

 

  • Escucha sus opiniones y tenlas en cuenta. Es más, pídeselas.

 

  • Dale la oportunidad de cuidar a un animal, a una planta… Dale responsabilidades (en función de lo que pueda hacer) con su hermanit@ si tiene… Enséñale cómo hacerlo. Cuidar de otros siempre es una gran satisfacción.

 

  • Ayúdate de cuentos que les hagan ver que todos somos especiales, que lo que nos hace diferentes es lo que nos hace especiales y únicos (abajo te dejo el link para que escuches uno de mis cuentos que habla sobre esto). De esta forma aprenderán a respetar y empatizar con aquellos que son distintos.

 

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Respétale

  • Respeta las necesidades particulares de tu hijo: su espacio, su tiempo, su intimidad…

 

  • Acéptale tal como es: sus gustos, sus ideas…

 

  • Háblale con respeto. Conecta con sus sentimientos primero y habla después de lo que haya que mejorar con un lenguaje amable y tranquilo.

 

  • Enséñale que todos cometemos errores y que eso está bien, que podemos aprovecharlos para aprender y mejorar. Pregúntale lo que puede hacer para arreglarlo o evitar que vuelva a suceder, y hazlo con comprensión y compasión, porque entonces en el futuro se tratará a sí mismo de esa forma y por extensión lo hará con los demás.

 

  • Dale cariño a raudales.

 

  • Sé firme, clara y coherente con las normas. Huye de la permisividad y también del autoritarismo.

 

  • Confía en sus capacidades. No se lo des todo hecho, respeta su capacidad para equivocarse, para intentarlo, para sumar autonomía.

 

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Trabaja en una relación de familia horizontal, es decir, una relación basada en la conexión, la escucha, el enfoque en soluciones…, y no en la obediencia, en el yo mando y tú haces lo que te digo, en el yo sé bien lo que necesitas y tú no tienes ni idea… Porque fomentar las relaciones horizontales en casa contribuirá enormemente a que busquen ese mismo tipo de relaciones en su vida y a entenderlo así, de tal forma que será mucho más fácil que ofrezcan respeto a los demás y lo pidan para sí mismos.

 

Escucha junto a tus hijos el cuento de «Dopi, un dragón de lunares»

© Ana Isabel Fraga Sánchez 2016. Todos los derechos reservados.