No muchas personas son conscientes de la forma en que se hablan

Porque esa forma de tratarnos, de hablarnos, de pensar… ha formado parte de nosotros desde que podemos recordar. Nos es familiar, es un hábito, y ni siquiera nos planteamos lo que nos dice, aunque sean burradas como «No vales nada»

Y si ni nos planteamos cuestionar esto, mucho menos pensamos en sus repercusiones en nuestra vida.

Creemos que lo que está dentro se queda ahí y que nadie lo sabe.

Y sí, saberlo nadie lo sabe a no ser que tú lo cuentes, pero te aseguro que no se queda ahí dentro.

Sale y sale con fuerza y con presencia.

En forma de acciones y de decisiones.

Esto funciona así: tus pensamientos y en esta caso la forma en la que te hablas (que no dejan de ser pensamientos hacia ti), generan unas emociones también, y la suma de todo ello condiciona qué vas a hacer en cada situación. Si la vas a afrontar con calma y paciencia o si la vas a afrontar reaccionando con lo primero que te salga. Si vas a tomar buenas o malas decisiones.

 

Tu trabajo, tus oportunidades, tus relaciones de amistad, de pareja, con tus hijos/as… y todo lo que puedas imaginar se ve afectado por el modo en que te hablas.

 

Eso que te repites en tu cabeza, la forma en que te tratas y te consideras dejar un rastro con «volumen» muy alto, que llega a quienes están a tu alrededor. 

 

Cómo te trates influye en tu paciencia, en cómo afrontas las situaciones.

 

Y es una herencia que no quieres dejarles a tus hijos/as.

¿Por dónde puedes empezar?

  • Mantente alerta a con tus pensamientos. Obsérvalos.
  • Caza aquellos que te hagan daño en cualquier sentido. Si te dicen que no vales, que nunca lograrás algo, que tú no eres nadie, que eres poco importante, que eres menos, que no puedes y no podrás jamás… Si te etiquetan con malas palabras, si te desprecian, si son crueles…
  • Dile a esos pensamientos que no vas a seguir escuchando eso, déjalos pasar como un tronco flotando en el río y escoge conscientemente otros que te nutran y te hagan bien.

Porque..

¿Qué crees que pasaría si tratases de esta forma y le hablases así a una buena amiga?

¿Crees que se quedaría a tu lado?

¿Cuánto daño estarías haciéndole?

Pues eso es lo que estás haciéndote a ti misma.

¡Deja de hablarte así!

Por ti y por todos los que están a tu alrededor.

Haz la prueba. Céntrate en esto durante un par de semanas y observa qué pasa a tu alrededor. Observa las decisiones que tomas. Observa los resultados que alcanzas..

Es desde dentro desde donde condicionamos todo lo que ocurre a nuestro alrededor.

 

CAMBIA TUS PENSAMIENTOS PARA CAMBIAR TU VIDA

Y DEJARLES A TUS HIJOS E HIJAS UN LEGADO DE FORTALEZA.

©Ana Isabel Fraga 2020. Todos los derechos reservados.