Hoy los niños pueden salir a la calle, una hora, con un adulto. Eso implica que por fin va a poder darles el aire, sí, lo que nos alivia muchísimo. También que nosotros podremos pasear ese rato con ellos.

Y a pesar de que todos pensamos que eso puede ser un alivio, también es normal que a muchas personas les surja un miedo importante. Incluidos por supuesto nuestros hijos.

¿Por qué?

Porque nos hemos grabado a fuego que nuestra casa es nuestra fortaleza. Ahí es donde estamos protegidos. Así que aunque estamos deseando salir el miedo puede aflorar con intensidad para tratar de protegernos.

Nuestro cerebro entra en alerta. Ha identificado la calle, salir de casa, como un potencial peligro. Y todos nuestros recursos de supervivencia se ponen en marcha. Su intención es protegernos.

Pero puede llegar a condicionarnos pasándolo mal y hasta recriminándonos por no ser capaces de disfrutar de este pequeño rayo de sol en una situación de confinamiento que ya es bastante duradera. Es importante tratar de evitar esto:

 

  • Ni te culpes ni te avergüences ni te juzgues o reproches si sientes miedo. Es algo normal, ya lo ves.

  • Tómate tu tiempo para enfrentar la situación. Que podemos alejarnos un kilómetro desde hoy con los peques, pero puedes salir a la puerta de casa y mañana un cachito más allá. Sigue tu instinto. Enfrenta el miedo poco a poco. Pero enfréntalo.

  • Si es el niño el que tiene miedo no le fuerces. Anímale, pero no le fuerces. Ve también poco a poco. Quizás solo necesita tiempo. Esto es difícil para todos. Y cuando podáis hacer el paseo estate atento a sus emociones, pregúntale si se siente bien, si tiene miedo… Habla de ello con naturalidad y recuerda transmitirle que sentir miedo está bien, es normal y que es bueno escuchar su mensaje para sentirnos mejor.

  • Escucha el mensaje del miedo y cúmplelo para que te no te arrastre al pánico. Su mensaje es: protégete, prepárate, ve seguro. Así que cumple las normas de protección.

  • Si no puedes hacerlo solo pide ayuda. Hablar con alguien, expresar lo que sientes, acudir a un psicólogo…

 

En las encuestas que me hicisteis llegar una de las cosas que me pedíais era consejos claros y concisos. Espero que esto os sirva, siempre desde la humildad, porque esto es difícil para todos, también para mí, que además llevaba un mes malucha y preocupada. Ahora que me encuentro mejor espero poder poner en marcha toda la creatividad y la actividad que se me habían quedado estancadas.

¡Disfrutad de ese paseo! Yo lo he disfrutado como si fuese el primero.

 

© Ana Isabel Fraga 2020. Todos los derechos reservados.