Cuando algo no funciona solemos enfocar nuestra energía en lo que está mal y en quien tiene la culpa, e incluso en el «pago» por ese error (o sea, el castigo).
Esto parece una pérdida importante de energía, que nos resta fuerzas para buscar lo que verdaderamente importa: la solución.
Entonces… ¿por qué no emplear toda nuestra energía en una comunicación adecuada y una búsqueda efectiva de esas soluciones?
Hasta ahora, en artículos anteriores hemos visto que la comunicación es vital, comenzando por el lenguaje no verbal (leer más) ; siguiendo con la expresión de nuestras emociones y de lo que queremos (leer más); continuando con la importancia de ponerse en el lugar del otro (leer más).
Ahora vamos a tratar de encontrar soluciones conjuntas.
Pide ideas que solucionen la situación
Sentaos juntos, coged una libreta y asignad un encargado de apuntar. Expón la situación o lo que sea para lo que necesitáis buscar soluciones. No se trata de juzgar, sino de exponer el problema de la forma más clara posible.
Pide que todos aporten soluciones y anotadlas. No importa el tipo de soluciones que se aporten.
Escoged
Y hacedlo en base al criterio del respeto, es decir, la o las soluciones escogidas deben ser respetuosas para todos los implicados, y por supuesto útiles. Es decir, si el problema es que Jorge no quiere comer verduras, no sería una solución aceptable obligarle a comerlas. Sí lo sería elaborar un menú en el que él colaborase tratando de escoger algunas verduras o formas de cocinarlas que le gustasen.
Ponedlo en marcha
Ya tenemos plan. Ahora toca ponerlo en marcha, y lo haremos durante una semana. Después revisaremos si está funcionando o no y veremos los posibles cambios en caso de que fuesen necesarios.
¿Qué clase de diferencias ves entre esta forma de enfrentar los problemas y la otra en la que reprochamos y buscamos culpables (y pagos)?
¿Qué habilidades crees que estamos fortaleciendo en nuestros hijos en cuanto a la forma de enfrentar problemas?
© Ana Isabel Fraga Sánchez 2017. Todos los derechos reservados.
Deja tu comentario