Sospechas que tu hijx tiene aacc, o incluso tienes en tus manos ya un informe privado que lo corrobora. Y te preguntas: ¿qué hago ahora? ¿lo cuento en el cole o no? ¿será una buena idea o al final será peor?

 

Te voy a ser brutalmente sincera. Pero debes leer hasta el final.

 

Lo natural y saludable sería informar al colegio en el que estudia tu hijx, porque las aacc están recogidas como una necesidad educativa especial y debería ser atendida,

No solo para poder darle alas a sus talentos si no también para afrontar las posibles dificultades que se puedan presentar fruto de su aacc, o más bien fruto de la interacción entre su aacc y el mundo que le rodea.

Dejar de lado sus necesidades puede tener nefastas consecuencias en nuestros hijxs de aacc, entre ellas el aburrimiento sostenido que dé lugar a comportamientos inadecuados dentro del aula, a ansiedad, desmotivación…e incluso fracaso escolar.

Y muchas veces no somos conscientes de lo que puede traer consigo callarnos esta información, o puede que conozcamos el sistema y sus fallos con respecto a este tema, quizás porque tenemos la referencia de otras familias o hemos estado leyendo las desventuras de otras madres y padres con sus colegios correspondientes.

Las aacc deben ser atendidas, y para ser atendidas el colegio debe ser informado. Peeeeeeeeero en muchísimas ocasiones el colegio es informado y la atención es nula e incluso perjudicial por la falta de formación del profesorado y de los servicios de orientación, llevándonos a pasar por casi casi un calvario (o quizás sin el casi en muchas ocasiones) cuyas fases van más o menos así:

 

Decirte que no les parece, que no lo ven. Habitualmente opinado desde la nula o escasa formación y creencias erróneas sobre lo que es un niño o niña de aacc.

-Finalmente, ante tu insistencia, te dan cita con el orientador u orientadora, cita que tarda en llegar a veces meses.

-Pasar por un screening que da como resultado que no lo es (a pesar de que tienes tu informe de una pila de páginas hecho por psicólogos colegiados expertos en aacc). A veces estas pruebas son hechas en momentos en los que el niño o niña no tenía ganas de hacerlas, o le sacaron del recreo o una clase que le gustaba para ponerse con ello, o no tenía ganas de colaborar o no se sentía muy bien, con lo cual el resultado es más que dudoso, más aún si cuentas con ese otro informe realizado por expertos.

-Las tutorías, charlas con profesores y orientadores de las que sales literalmente llorando o a punto de hacerlo porque básicamente lo que vienen a decirte es que tu hijx tiene mal comportamiento fruto de tu falta de recursos para educarle o porque te desvives tratando de explicarles lo que es la aacc y te das cuenta de que no están escuchando, o también porque empiezan a soltarte tópicos y creencias falsas sobre la aacc que denotan que esa persona que tienes enfrente no sabe nada acerca de esto, y lo peor de todo es que aún sin saber trata de decirte lo que debes hacer tú.  También están ese tipo de reuniones de las que sales pensando que por fin obtendrás ayuda, con cierto alivio, para comprobar meses más tarde que todo fueron palabras bonitas. Nada más. Acabas sintiendo que no se te escucha, que se te juzga y que no se hace nada. 

-En el caso de que se acepte la aacc y desde el colegio el informe diga que así es, las medidas tardan en llegar o directamente no se ponen en marcha o bien lo hacen de forma mínima y no sostenida, mientras tú vas viendo cómo tu hijx está desmotivado, y puede que ir al colegio sea un suplicio para él o ella.

 

 

Yo lo he vivido todo. TODO. En una mezcla entre lo vivido con el mayor y con el pequeño, cada uno ha tenido un recorrido distinto y he mezclado ambas experiencias.

Eso sí, también he tenido tutorías maravillosas y he topado con profes muy implicados. No vayamos a generalizar, que eso ni es justo ni es cierto. Puedo decir que la tutora de mi hijo pequeño a día de hoy mientras escribo este artículo es una de esas profesoras maravillosas, y doy gracias por ello.

Tampoco creas que esto es lo que le pasa a todo el mundo. Por supuesto que no. Pero sí a muchas familias y es posible que haber escuchado alguna de estas historias te tire para atrás a la hora de contarle al cole las aacc de tu hijx o tus sospechas. Y te plantees que lo mejor es dejarlo correr y que ya se verá.

 

Pero, fíjate, a pesar de todo lo que yo he pasado. A pesar de que ha habido veces en que me hubiera gustado tirar la toalla, en que he soltado todo tipo de improperios en soledad hacia el sistema educativo, a pesar de que creo que este sistema no está preparado para atender la aacc mi consejo siempre será:

Informa al colegio de tu hijo.

¿Por qué?

Porque no tenemos más opciones. Solo algunos valientes se atreven con el Homeschooling, que al no estar regulado en nuestro país, somete a las familias a ese estrés por el miedo a lo que pueda pasar y no todas las familias podrían permitirse el tiempo y dedicación necesarias, aunque si esa es tu opción tienes toda mi admiración. Más de una vez lo he pensado, pero debo confesar que no me atrevo.

El sistema debe cambiar y no lo hará si escondemos a nuestros niños y niñas con aacc. Debemos luchar por ellxs, formarnos e informar a todo el profesorado, tratar de ponerlos de nuestro lado pidiendo su colaboración y ayuda. Sabiendo que nos vamos a encontrar con mucho de esto y también con un poco de lo otro.

Nuestros niños y niñas tienen derecho a la educación y derecho a sacar adelante todos sus talentos, y por encima de todo tienen derecho a ser felices. Nos toca a nosotros, sus madres y padres, ir con la cabeza alta a defenderlo.

No te avergüences, no dejes que nadie te avergüence por decir que tu hijo tiene aacc ni por pedir ayuda.

Y quiero decirte algo más, porque así he observado que puede ser. Si tú también tienes aacc (o lo sospechas) y tus «rarezas» te llevaron a esconderte, a no mostrarte como eres, a bajar la cabeza, a sentirte apartada del grupo, este es un buen momento para levantar la cabeza y sentirte orgullosa de lo «rara» que eres 😉 y tu hijx también. Como leí el otro día en un post por ahí en redes sociales: No somos raros, somos edición limitada.

Llévala con orgullo.

Espero que mi experiencia llena de desventuras con este tema no sea la tuya, pero si te pasan algunas de estas cosas en el futuro te sirvan para que no te pillen desprevenidas ni te hagan tanto daño. Para que no te sientas desvalida o ninguneada, como me he sentido tantas veces yo, para que no te sientas sola.

©Ana Isabel Fraga 2021. Todos los derechos reservados.