«Estoy agotada de luchar. Llevo años tratando de que entiendan cómo es mi hijo y lo que necesita, pidiendo ayuda sin resultado, escuchando mitos sin parar. Son muchos años ya y he entendido que el sistema no funciona, que no hay nada que hacer. Dedicaré mis energías a hacer lo que pueda en casa. No hay más».

Llegar a estas conclusiones no es extraño y me lo encuentro a menudo. Yo misma he pasado por ahí también.

¿Por qué pasa esto?

Generalmente porque muchos de nosotros, como familia de un niño o niña con aacc pasamos por unas cuantas fases en cuanto al colegio:

  • Incertidumbre (no sabemos qué pasa), búsqueda de apoyo y conocimientos en los tutores, profesores, equipos de orientación.
  • Desesperanza / ansiedad. La atención no llega y necesitamos soluciones.
  • Lucha en el colegio por una atención adecuada, lucha por que se entienda a su hijo/a, lucha porque se les crea, lucha por desmitificar, por hacerse oír.
  • Agotamiento ¿debo seguir luchando? ¿Merece la pena?
  • Desilusión del sistema. Creer que no hay nada que se pueda hacer. Abandono de la lucha con el sistema.
  • Dedicar todas las energías para solventar en lo posible las cosas en casa, darles lo que necesitan, demandan.

¿Qué podemos hacer?

SI AÚN ESTÁS EMPEZANDO ESTE CAMINO..

Utiliza este conocimiento para gestionar tu energía y tus emociones.

Entiende…

  • que la formación del profesorado e incluso de los equipos de orientación es muchas veces escasa. Esto evitará que te dejes la piel durante mucho tiempo en entender por qué no lo ven. Informa al tutor de tus sospechas, pide que se le evalúe… pero no enfoques tu energía en dudar de ti, de tus sospechas o en darle vueltas a por qué no lo ven.
  • que el sistema no contempla en general la atención a las aacc como algo urgente y pasará a la cola de todas las demás necesidades. Sigue reclamándolo pero si la cosa se alarga contempla la posibilidad de un informe privado para corroborar tus sospechas y pide cambios que puedan favorecer a tu hijo aunque aún no tengas un informe. Hay cosas que pueden hacerse para mejorar la situación si tu hijo no está bien en clase. Sabiendo esto te ahorrarás tanta desesperanza.

Lucha, sí, hazlo, pero no pongas toda tu energía en la lucha en el colegio. Deja una buena parte para la educación muchas veces intensa y demandante de tus hijos, para poder tener más paciencia y estar más calmada, también para centrar energía en cómo ayudarles desde casa.

Es posible que si tienes esto en cuenta desde el principio no llegues a esos estados de agotamiento con el sistema en los que muchos hemos caído después de años de lucha, espera, incomprensión y desesperanza. Y si al menos no llegas a esto podrás seguir luchando.

No dejes de tomar iniciativas, proponer charlas en tu colegio, formarte, reclamar, unirte a una asociación, divulgar… o lo que tú consideres.

No solo por tus hijos, sino por todos los niños con aacc. Porque si nos dejamos caer en el agotamiento nada cambiará.

Tampoco caerás en esa enorme desilusión con el sistema que te paraliza y te hace verlo todo negro porque de antemano sabrás ya lo que seguramente vas a encontrarte, y estar prevenido espero que palíe esta sensación y te ayude a dosificarte mucho mejor.

Y SI YA HAS CAÍDO EN EL AGOTAMIENTO Y LA DESESPERANZA

  • CUIDA DE TI porque esta lucha de años puede haberte hecho dejarte de lado y haber pasado por muchas angustias y estrés que pueden pasarte factura.
  • PERMÍTETE TIEMPO PARA RECUPERATE (el que necesites)
  • LUCHA DE OTRAS FORMAS MENOS EXIGENTES por ejemplo apoyando alguna acción con tu colaboración pero sin estar en el frente.
  • DOSIFICA TU ENERGÍA teniendo muy presente dónde te la estás dejando y escogiendo de forma consciente.
  • PIDE AYUDA A PROFESIONALES  ya sea para ti, para que medien en la situación, para tener más apoyo y sostén… O ÚNETE A GRUPOS.
  • DA PASO A OTROS SI YA NO QUIERES SEGUIR Las familias que comienzan vienen con fuerzas y pueden ponerse al frente.
  • RECUERDA QUE SENTIRSE ASÍ NO ES NADA MALO y que optar por retirarse no es un fracaso ni una rendición.

©Ana Isabel Fraga 2023. Todos los derechos reservados.

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