Estrés, agotamiento, conflictos, trabajo, tareas de la casa, presiones varias, desánimo, errores que nos tomamos como fracasos Hay temporadas así, ¿verdad? Y en esos momentos no hay paciencia, ni ganas, ni humor. No podemos disfrutar, y no podemos hacerlo hasta que nos vaciemos, dejando sitio para otras cosas.

Necesitamos un reset.

 

¿No te da la sensación en ese momento de que estás en un bucle que no termina?

 

No damos más y cualquier pequeña cosa por la que no habríamos saltado en otras circunstancias nos hace perder los nervios ahora. Y esto nos hace añadir más peso, más culpa, más cansancio… ¡Y comienza el ciclo de nuevo! Y esta vez el «bote» de frustraciones está aún más lleno.

¿Qué podemos hacer?

VACÍATE PRIMERO

  • Saca el dolor que llevas dentro: Como una habitación que está llena de trastos y polvo, hace falta colocar y limpiar. Para conseguirlo puede que te ayuden estas ideas:
    • Habla de ello con alguien que te quiera y no te juzgue.
    • Pide un abrazo, porque es el mejor ansiolítico natural que existe. ¡Que sea largo!
    • Escríbelo. Puedes llevar un diario o soltar lo que te preocupa en una hoja o libreta.
    • Creativízalo (confieso que me he inventado esta palabra porque no encontraba algo para expresar que cojas tu dolor y tu creatividad, hagas un cóctel con ello y lo expreses pintando, cantando, esculpiendo, decorando, escribiendo un poema o una historia… Utilizando el arte y la capacidad de crear, como sea que tú lo hagas)

 

  • Muévete: Ya sabes, el ejercicio físico te ayuda a liberarte de tensiones y a relajarte. Haz el que se ajuste a tu vida y tus circunstancias. Un ratito cada día por pequeño que sea puede ayudarte a mejorar. Tú decides cuánto, cómo y qué. Solo ten en cuenta para decidirlo lo que tu cuerpo y tu mente te piden.

 

  • Sal afuera: Aire libre, y mejor si es en entornos donde la naturaleza esté muy presente. La brisa del mar (si lo tienes cerquita) puede hacer un antes y un después en tu estado de ánimo, el campo, un parque…

 

  • Música: Pues sí. No sé si es que para mi la música es fundamental pero me sirve y espero que a ti también. Hay muchas opciones en la red para escuchar musiquilla de esa que va acompañada de trinos de pájaros, olas del mar… Encuentra la que te ayuda a conectarte contigo mism@ y escúchala cuando puedas. Y si estás triste entonces busca la que te anime y te saque «parriba» (a mi because I´m happy me ayuda en esos momentos). Si estás desanimada te propongo (entre muchas maravillosas que puedes encontrar) Color Esperanza de Diego Torres. Y no te quiero ni contar el subidón que te da (si te gusta esta música, claro está) el I will survive de Gloria Gaynor. Baílala y canta a voces 😉

 

  • Los amigos pueden hacer una gran diferencia: Sí, un buen amigo es un enorme tesoro. Ese que te escucha sin juzgarte y que te apoya en tu camino y decisiones. Alivio de verdad poder contar con un cariño así.

 

LLÉNATE DESPUÉS (PERO DIFERENTE)

  • Piensa en ti. Literalmente. Siéntate y piensa en ti, en lo que quieres, en lo que necesitas, en lo que sueñas…

 

  • Planea: o sea, ponle energía a un plan. Escribe los pasos que darás y ponles fecha. Despacito, sin prisa, pero sin pausa, enfocada en lo que quieres.

 

  • Saborea (aunque sea a ratitos) tu día: párate a mirar a tu hijo dormir, a ver cómo juega, a respirar, a sentir… Hazlo cuando lo recuerdes, por unos segundos, por unos minutos… No importa, tan solo importa ser conscientes y sentirnos en el presente por unos instantes.

 

¿Cuántas veces te has encontrado en este punto de llenado total? ¿Qué haces tú para resetearte? Cuéntamelo en comentarios 😉

 

Si necesitas ayuda. mira cómo puedo ayudarte AQUÍ

©Ana Isabel Fraga 2017. Todos los derechos reservados.