Hace ya algún tiempo, y de forma paulatina, comencé a hacer cambios en nuestra forma de vivir. Más consciente, más conectada, más sencilla…

♥Porque quiero dejarles a mis hijos un planeta que puedan saborear, disfrutar y admirar.

Porque esto me hace sentir alineada y coherente con mi forma de ver el mundo.

♥Porque me hace sentir mejor

♥Porque es bueno para mi salud, la de los míos y la de todas las personas

♥Porque transmito a mis hijos el respeto, la responsabilidad y el amor por lo que nos sustenta y permite que vivamos: nuestro planeta, la naturaleza, el medio ambiente.

 

Enseñar respeto por nuestro entorno es enseñar respeto por los demás, por uno mismo, por la vida en sí.

 

Disponer de los recursos que nos da el planeta con conciencia del impacto que tendrá y ajustarnos a ello por el bien de toda la humanidad es enseñar responsabilidad, respeto y generar grades dosis de conexión por un bien común. Es enseñar respeto por uno mismo, pues cuidando nuestro entorno tendremos menos enfermedades y carencias a medio y largo plazo. Es enseñar a cuidar. Es enseñar a amar. Es enseñar a cooperar…

Así que mi objetivo es reducir el impacto medioambiental de nuestra familia, mejorar la calidad de lo que comemos, simplificar nuestra vida.

No es tarea sencilla, puesto que en su mayoría estamos rodeados de plásticos de un solo uso de manera desproporcionada. Visitar un hipermercado o supermercado cuando estás buscando alternativas a este despropósito puede ser descorazonador. Y puede que te vayas con las manos vacías o sin la mayor parte de lo que necesitabas comprar.

En un principio nos puede parecer muy complejo y nos planteamos algunos problemas que parece que van a complicarnos la vida más que otra cosa, pero el esfuerzo en realidad no es como lo imaginamos y pronto podemos integrar unas cuantas cosas de forma natural. Algunas de las cosas que se nos pasan por la cabeza son:

Resultará muy caro

En realidad puede que algunos productos resulten más caros, no específicamente por el envase sino porque son ecológicos, porque aún no tienen demasiada demanda, porque cuesta más producirlos por la mejor calidad de su contenido… Pero pronto te das cuenta de que puedes prescindir de otros muchos que no te aportan y así puedes equilibrar un poco. Además, como te digo, no todos son más caros y sobre todo no todos son mucho más caros.

Desde luego, a mí al menos me ha pasado que soy más consciente de las cantidades que compro y se pierde menos comida por ejemplo.

Me va a llevar mucho tiempo y no lo tengo

Muchas de las cosas no son cuestión de tiempo. Por ejemplo, yo hago algunas compras on Line y me evito buscar sitios físicos donde las haya. Específicamente cosas que son más complejas de encontrar en mi zona. El detergente de la lavadora, la pasta de dientes sólida… y unas cuantas cosas más que por aquí aún no tenemos (o yo no las he encontrado)

Al principio igual te lleva algo más de tiempo establecer donde vas a comprar las cosas porque es cierto que lo de hacer toda la compra en un solo sitio, al menos para mí, ya no es una opción. De hecho en el supermercado en el que solía comprar todo antes ahora apenas me llevo un par de cosas. ¡Está prácticamente todo plastificado! Pero una vez que ya sabes dónde comprar cada cosa te organizas mejor. Yo estoy aún en ese proceso y sigo buscando dónde comprar algunas cosas para las que no he encontrado alternativas aún.

No te lo pongo color de rosa, porque no lo es, pero tampoco es una cuestión insalvable o tan difícil como nos pensamos con la mayoría de las cosas.

¡Qué vergüenza eso de ir con las bolsas de tela!

Bueno, tómalo como una forma de enfrentarte a tus miedos sobre lo que opinen los demás. Son las primeras veces, luego ya… O cuando vas a un sitio nuevo. Yo no hace mucho que uso las bolsas de tela, pero estoy contentísima, y cada vez que compras con ellas y rechazas las bolsas de plástico de plano en el comercio que sea, estás animando a otros a que se atrevan.

Eso sí, yo prefiero los comercios del barrio para estas cosas, porque en los supermercados para llevarte la compra bien, pero para coger la fruta y eso me da más palo. Para eso estoy barajando hacerme con unas bolsitas transparentes que se venden, reutilizables, que dan menos el «cante», pero bueno, también he llevado mis bolsitas al súper y lo van tomando como algo habitual.

 

Es importante no caer en la locura de querer hacerlo todo a la vez sino paso a paso.

 

Ahora os cuento un poco en qué hemos hecho cambios y dónde aún estamos en búsqueda:

PRODUCTOS DE HIGIENE

  • El gel corporal lo hemos sustituido por jabón sólido. Concretamente nosotros usamos el de Alepo que además es excelente para la piel y no lleva químicos. Totalmente natural y dura bastante. Todos nos hemos adaptado fenomenal a ello. Al principio la usaba yo porque tengo problemas de piel y me venía muy bien. Ahora ya lo usamos todos. Y sin químicos lo que se va por el desagüe no tiene el impacto medioambiental de un gel normal.

 

  • El champú es algo que aún no hemos logrado. Existen alternativas sólidas también que tenemos pendiente probar. Estoy en búsqueda de algo que me convenza. De momento usamos uno totalmente natural con un bote que aunque es plástico es de 500 ml, por lo que el impacto es menor. Y es que una de las ideas cuando no tenemos alternativa a usar un envase plástico es tratar de comprar al menos los grandes para generar algo menos de plástico (mientras encontramos otras alternativas plasticfree). En nuestro caso, como os digo en breves cambiaremos esto también. Desde luego el que usamos ahora, al ser natural, no genera contaminantes ni impacta negativamente en el medioambiente.

 

  • Cepillos de dientes de bambú que vienen además en cajita de cartón.

 

  • Pasta de dientes sólida en tubo de cartón. Mojas el cepillo y lo frotas en la barra. Es muy sencillo y huele fenomenal. No lleva químicos.

 

  • Desodorante en lata. Es como una cremita.

 

  • Crema para el sol: Esto me preocupaba muchísimo porque la crema de sol no es que venga siempre en botes de plástico, es que además están destruyendo los fondos marinos y es uno de los mayores contaminantes de nuestros mares. Di con uno en lata que además lleva solo ingredientes naturales y respeta los fondos marinos. Estoy muy contenta con esta adquisición.

 

  • Mis cremitas (también naturales) vienen en tarro de cristal, aunque la tapa de es de plástico 🙁

 

  • El papel higiénico reciclado.

Nota: para ver los ingredientes de las cremas que son perjudiciales uso una aplicación que se llama Ingred puesto que he comprobado que el hecho de que sean eco o bio no es sinónimo de que no contengan algunos componentes como perfumes o en el caso de los geles sodium lauril sulfate.

 

PRODUCTOS DE LIMPIEZA

  • Producto para lavar la vajilla a mano: He encontrado uno que a pesar de que viene en bote de plástico es muy grandote y en la tienda de productos ecológicos que he encontrado relativamente cerca de casa te lo rellenan, así que no será de un solo uso sino de muchos, muchos 🙂 Es natural así que reducimos el impacto medioambiental.

 

  • Pastillas para el lavavajillas, de la misma marca que el anterior, en caja de cartón, sin plásticos, y de nuevo con componentes no contaminantes.

 

  • Detergente para la ropa en frasco de cristal. Totalmente natural, son nueces de lavado en polvo. Este fue un gran descubrimiento. Para las manchas uso un jabón natural que es de lo mejor que he probado, aunque viene en cajita de plástico, pero dura muchísimo. Me toca seguir buscando una alternativa similar sin plástico.

 

  • Balletas compostables, sin residuos. Estas las tengo compradas pero aún no las he usado.

 

  • Como estropajo se puede usar las esponjas de lufa (tengo una que aún no he usado), cepillos de madera y «nanas» de cobre.

 

  • En cuanto al papel de cocina y servilletas estamos usando actualmente solo servilletas (de momento no he encontrado alternativa para el rollo de papel salvo usar el trapo de cocina) y las cortamos en dos partes porque son bastante gordas para darles más vida útil. En este punto creo que la tela es lo más ecológico, es decir, volver a usar las servilletas de tela de toda la vida.

 

  • Incluyo aquí las bolsitas para recoger la caca de mi perrina. Las he encontrado de maíz, biodegradables y compostables. Un alivio, porque tanta bolsita es un residuo enorme si fuesen de plástico.

 

  • Las bolsas de la basura he encontrado también unas que dicen ser compostables, aunque creo que debo seguir investigando el tema porque no tienen la misma composición que las de la perra, que son vegetales.

 

ALIMENTACIÓN

  • Los huevos los cojo de gallinas criadas en libertad y en caja de cartón. Cada vez menos difícil de encontrar, de hecho los he visto en varios sitios y los precios son cada vez más razonables.

 

  • El yogur lo cojo en tarros grandes de cristal.

 

  • Si cojo conservas lo hago en cristal o bien en lata siempre que no vengan envueltas en plásticos.

 

  • Como alternativa al papel de aluminio y el plástico alimentario me he hecho con unas telas de algodón impregnadas en cera de abeja (huelen de biennnn) que para envolver el queso o cualquier alimento y dejarlo en la nevera va de fábula.

 

  • Yo como agua tengo una depuradora en casa con un grifo a parte, esto hace ya unos cuantos años y rellenamos botellas de cristal para que esté fresquita de la nevera. Así que ya llevo ahorrado al medio ambiente muchísimas botellas de plástico 🙂

 

  • La leche es otro cantar, he tratado de buscar alguna lechería como las de antes pero aún no he dado con ella y las pocas que he visto en botella de cristal son carísimas. Igual pasa con la leche vegetal, solo encuentro en brick.

 

  • Yo solía comprar pan tipo bimbo, porque en mi casa no somos mucho de pan y como yo soy celliaca era más práctico, pero visto que no hay pan de molde sin envase plástico (que yo haya visto), hemos vuelto a aquello de coger pan en la panadería. Envuelto en papel o mejor aún directo a la bolsa de tela.

 

  • Galletas, cereales y similares… Os diré que lo que hago es hacer de vez en cuando un bizcocho casero y ofrecer a los niños como desayuno otro tipo de cosas como pan tostado con miel o mermelada, yogur… Y alguna caja de cereales puede caer alguna vez a ser posible sin azúcares. Estoy valorando comprarlos a granel (tanto de cereales como de frutos secos), últimamente he estado investigando sobre ello y hay algunas alternativas on Line o incluso en tienda física a las que podría ir un par de veces al mes. Eso sí, solo para ellos (los niños y mi marido), porque yo al ser celliaca no tengo la posibilidad (al menos no la he encontrado) de comprar a granel por la contaminación cruzada.

 

  • La pizza de los viernes (es que es una costumbre familiar 😉 ) la hago casera ahora. Y en alguna ocasión la pedimos hecha. De esta forma nos ahorramos la cantidad ingente de plástico que traían las bases sin gluten que solíamos comprar.

 

TRUQUIS

  • Para ir a comprar utilizo bolsas de tela como os decía mas arriba, que le pedí a mi madre que me hiciera con algunos restos de telas y algunas otras que compramos a buen precio en el mercado.
  • He sondeado, y sigo haciéndolo, qué cositas hay en cada sitio, y me anoto mentalmente lo que voy viendo que pueda necesitar algún día (tengo el propósito de hacer una lista de verdad, en papel, jejeje)
  • Puedes llevar alguna bolsa de plástico para reutilizar una y otra vez. O tuppers (esto yo no lo he hecho aún pero no lo descarto)
  • Comprar en tiendas del barrio, donde lo de llevar tu bolsa de tela no se ve tan raro y un par de veces que vayas ya lo ven normal del todo.
  • Comprar en el mercado a los agricultores locales.
  • Si compras embutidos, quesos, etc. mejor en la charcutería y pide que solo te lo envuelvan en papel, que no te den bolsa de plástico. Igual en la carnicería. Y siempre más fácil en las tiendas pequeñas del barrio, como te decía.
  • Algo que tengo pendiente es hacerme con unas pajitas reutilizables que vienen hasta con limpiador, o bien se puede comprar a parte. Y te las llevas.
  • Y para esos momentos en que solíamos comprar platos, vasos y cubiertos desechables tenemos buenas opciones. Una es usar la vajilla normal, pero si no es posible hay todo eso de papel y otros materiales biodegradables. Yo los utilicé en el último cumple de mi hijo pequeño, y aunque son algo más caros tampoco es grande la diferencia. Las chuches las dimos en cajita de cartón también. La verdad es que nada de esto es difícil de encontrar.
  • Dar un poco la tabarra a las empresas para que busquen alternativas a los envases plásticos y dejan de envolver lo que muchas veces ni es necesario. Yo he escrito a alguna. Sé que no soy la única que lo hace y poco a poco nuestras voces se escucharán, así que te animo a que tú también lo hagas.

Como ves, no solo tengo en cuenta el tema plástico, sino que el impacto medioambiental sea el mínimo posible, que sus componentes sean naturales y que sean lo más respetuosos posibles.

Por ejemplo la ropa de los niños, que no sé si os pasa a vosotras, pero a mí solía juntárseme un montón porque acababa comprando más de lo necesario. Pues ahora trato de controlar eso mucho más y me pregunto qué es lo que necesitan de verdad, reutilizo la ropa del mayor para el pequeño y también lo que me suele dar mi cuñada de su hijo (esto lo hago desde que nació el mayor, o sea, hace 13 años), porque si la ropa está en buen estado se le puede dar más vida y eso que te ahorras tanto de comprar como de tirar.

Y la ropa que ya no les sirve no la tiro a la basura, la dono. A veces hago trapos con camisetas de algodón que están para el arrastre también.

 

Sigo investigando y cambiando cositas. Esto es todo un proceso para todos en casa porque aún hay muchas cosas que cuesta trabajo sustituir o resulta prácticamente imposible, pero estamos haciendo cuanto podemos y os animo a intentarlo.

 

El cambio es ultra necesario y muy urgente. Y comienza por cada familia.

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¿Y cómo está «tocando» esto a mis hijos?

-Les explico cada cosa que voy cambiando y el porqué lo hago, porque quiero, pretendo, que se hagan conscientes de que no podemos taparnos los ojos y no ver lo que está pasando.

-Les he preguntado si les parecen bien los cambios que estoy haciendo y hasta ahora ellos están de acuerdo. Aunque el tema de consumir menos juguetes no les hizo mucha gracia, pero parece que lo han entendido y estamos siendo mucho más responsables en ese sentido.

-Me los he llevado a comprar con mis bolsitas de tela y les he ido comentando por qué las uso, los perjuicios del plástico… Que vean esta forma de comprar, porque al menos aquí la costumbre es ir a grandes superficies y la verdad es que el peque me ha dicho que así es más divertido 😉

-Cuando quieren algo leemos los ingredientes del producto y les ayudo a entender cosas como que los ingredientes van en orden de abundancia, que hay que evitar el azúcar procesado por todos los medios, lo que no es saludable, etc. De esta forma conocen y tendrán la oportunidad de elegir mejor.

-También les muestro cómo me hace sentir el daño que le estamos haciendo al planeta los seres humanos y lo importante que es para mí y las repercusiones en la vida de otros el hecho de consumir con responsabilidad. Sin olvidarme de lo orgullosa que estoy por el esfuerzo que estamos haciendo en favor de ello.

Algunos de los productos que os cuento los compro en https://www.esturirafi.com

Y un blog que me tiene artículos muy interesantes y en el que habla de productos que va probando y vida sostenible y minimalista (entre otras cosas) es http://www.mamavaliente.es

¿Te unes a construir un mundo mejor? 🙂

Y si tienes otras ideas por favor compártelas para que todos podamos seguir creciendo y mejorando en esto.

 

© Ana Isabel Fraga 2019. Todos los derechos reservados.