A veces es necesario dar un paso atrás, especialmente cuando estás metida en una de esas temporadas complicadas o cuando estás criando a un niño o niña intensos, de fuerte carácter y/o especialmente sensibles.

Y con dar un paso atrás me refiero a ver la situación en conjunto, saliéndose un poco de la vorágine del momento actual para poder fijarse en la evolución que ha ocurrido a medio y largo plazo.

Es posible que estés viviendo momentos muy tensos de explosiones emocionales, por ejemplo, y pienses cosas como:

«Esto no termina nunca»

«Otra vez lo mismo»

Pero pregúntate:

¿Con cuánta frecuencia ocurre? ¿Es la misma que hace un tiempo o cada vez son más espaciadas estas situaciones tan intensas? ¿Son igual de fuertes o han disminuido su intensidad?

En definitiva…

De hace un año o dos hasta ahora

¿En qué ha mejorado la situación?

¿Qué ocurría que ya no ocurre?

¿Qué creías que no ibais a conseguir y sin embargo habéis logrado?

¿Qué aprendizaje o aprendizajes valiosos se ha llevado? ¿Qué aprendizajes valiosos te has llevado tú?

Analiza qué es lo que ha mejorado y pon tu atención en ello durante unos minutos, después puedes ponerte a pensar en cómo seguir mejorando, pero no te castigues ni te enfoques constantemente en lo que va mal (aunque te digo también que te permitas tener días de mierda y momentos de mierda, estás en todo tu derecho y ¡qué le vamos a hacer!, somos humanos)

Si tu hijo se frustra con facilidad pero pensando en ello con atención te das cuenta de que hay temporadas donde lo lleva bastante mejor…

Si la comida es un tema complicado pero ya has conseguido que pruebe algún alimento nuevo de buena gana y hasta has encontrado una verdura que le gusta…

Si le incomodan muchos tipos de ropa pero esta semana se puso una camisa sin volverse loco porque los botones le molestaban o probaste a ponerle unos vaqueros y los aceptó…

Si se pone fatal cuando le mueves algo de su habitación pero ya hay ocasiones en las que opta por enfadarse sin soltar improperios, o decidió unas cuantas veces que lo mejor era estar solo en vez de gritar…

Entonces ¡felicítate! y házselo ver. ¡Felicítate! y enfócate ahí.

 

A veces, los cambios son realmente lentos y requieren de nosotros mucha paciencia y constancia. A veces la cosa va tan despacio que pensamos que no avanzamos, pero basta echar la mirada atrás para ver que sí, que hay avances.

 

Suelo decir que el aprendizaje es como una gráfica ascendente que si miras con detenimiento ves que no va en una línea recta hacia arriba, sino que ha tenido pequeños retrocesos, subidas y bajadas… Pero al final, desde el punto del principio al de este momento la subida es evidente. Y es ahí donde debemos poner el foco para no desesperar (o al menos para desesperarnos menos veces y recuperarnos más rápido)

 

Os contaba en redes sociales que nosotros no estamos pasando la mejor época y que en algunas cosas parece que hayamos vuelto atrás, pero no ha sido así. Lo parece si solo vemos el momento presente, pero tenemos que ampliar la mira y entonces nos damos cuenta de lo que ocurre en realidad. De hecho, esta semana me ha sorprendido probando algún alimento nuevo (o en este caso más bien una combinación nueva) al que en un principio se había negado. Y él solito cambió de opinión y ¡hasta le gustó!, con lo que ya tenemos otro plato más para incluir en la lista. Además aceptó sin problemas un pantalón que en otro momento habría rechazado de plano, y hoy mismo me ha sorprendido tomando una actitud mucho más calmada ante lo que le había parecido una injusticia. ¡Bien por esos avances!

Y en cuanto a mí he tenido de nuevo la oportunidad de perdonarme por meter la patona y de practicar la compasión, sabiendo que esto no es fácil y que aunque me gustaría, no puedo hacerlo siempre bien. Y por supuesto de aprender y rebuscar nuevas formas de ayudarles y ayudarnos (he puesto en marcha la operación naturaleza en la que estoy tratando de tener mayor contacto con ella y sumando ejercicio en familia para mejorar estos momentos de estrés)

Tomemos estos momentos como escalones de aprendizaje. Si lo tomamos así y actuamos en consecuencia es mucho más fácil que ese escalón nos sirva para subir al siguiente nivel a todos los implicados en la situación.

 

 

©Ana Isabel Fraga 2019. Todos los derechos reservados.