De cómo tus heridas emocionales «sanadas» siguen afectándote. Y cómo sanarlas de verdad ayudará a tus hij@s.
Volver al pasado doloroso nunca es plato de gusto y regodearse en él es, como siempre me decía una amiga mía, como revolver la mierda: cada vez huele peor. Aún así muchos hemos ido hasta allí para comprender y tratar de sanar nuestras heridas emocionales, y en muchos casos nos ha ayudado a perdonar y [...]