Cambios no, ¡por favor! La rigidez mental.
—No te veo muy entusiasmado con instalar el ordenador nuevo —le dije yo—. Ahora vas a poder hacer todas las cosas que querías porque este es mucho más potente. ¿Te pasa algo? Le pregunté, pero yo ya sabía lo que le pasaba. Y eran muchas cosas: Tenía que desprenderse de aquello que conocía bien, [...]